La actriz Pamela Anderson, que protagoniza The Last Showgirl, ha asegurado que sintió esta película como “una última oportunidad” después de una carrera “centrada” en su físico y ha reconocido que se siente en un momento “mucho más sensual”.
“Tengo 57 años, gran parte de mi carrera se ha basado en mi físico y ha sido todo un camino, pero una de las razones por las que he hecho esta película ha sido para apartarlo todo, para recordar quién soy. Para no ser definida por lo que los demás me hacen, sino por lo que yo hago. Para tener pasión y no agriarme, seguir y encontrar la felicidad en la vida y en este negocio. Me he sentido muy identificada con Shelley porque para mí este es un momento más sensual de lo que era antes, y ahí hemos coincidido”, explicó la actriz durante una conferencia de prensa durante el Festival de San Sebastián.
En ese sentido, Anderson ha asegurado que ha vivido momentos “duros” y mucha gente ha dudado de ella —incluso ella misma—, pero que este papel, el que le ofreció la cineasta Gia Coppola, quien dirige la cinta, le ha permitido demostrar que es “capaz de mucho más”.
“Para este personaje he intentado encapsular toda mi vida, que es casi imposible de articular —desde Playboy hasta Baywatch (Los vigilantes de la playa)— y tratar de navegarla. Me sentí muy identificada con el personaje de Shelley. Siempre he sabido que era capaz de mucho más y creo que no tenía nada que perder, así que me dejé llevar porque pensé que era mi última oportunidad de hacer algo así”, continuó la actriz.
The Last Showgirl trata la vida de una experimentada bailarina que debe planificar su futuro cuando su espectáculo cierra abruptamente tras una carrera de 30 años. Como bailarina de cincuenta años, se debate por saber qué hacer a continuación y, como madre, se esfuerza por reparar una tensa relación con su hija, que a menudo pasaba a un segundo plano en su vida.
En ese sentido, la directora del largometraje, Gia Coppola, explicó que siempre había querido realizar una película sobre la relación entre madre e hija y la dicotomía a la que se enfrentan muchas mujeres al equilibrar la maternidad y la carrera.
“Quería hacer una película sobre cómo equilibrar el ser madre y tu carrera y cuán complicado es para las mujeres en particular. Nuestras opciones en el cuidado de los niños son muy diferentes para los hombres (…) La historia es un enfoque femenino en la que espero que las mujeres se vean a sí mismas y creen hermandades”, añadió Coppola.
La película, que se hizo con mucha prisa, según explicó Anderson, permitió a la guionista pasar tiempo con “verdaderas showgirls”, bailarinas. Coppola destacó que era “importante” asegurarse de que las representaban de una “manera auténtica” y dijo que, aunque ellas no han visto la película, espera que estén “orgullosas”.
“ME HA HECHO SENTIR BIEN ESCUCHAR” A ALMODÓVAR HABLAR DE INSEGURIDADES
La cineasta, nieta del director Francis Ford Coppola y sobrina de Sofia Coppola, afirmó que siendo creativa, ha sentido muchas veces “inseguridades” y que las últimas palabras de Pedro Almodóvar en el festival, reconociendo sus dudas sobre sí mismo, le han hecho “sentir bien”.
“Ser creativo viene de la mano con mucha inseguridad y me ha hecho sentir bien escuchar que gente tan talentosa como Pedro también se siente así. Estoy agradecida de tener la familia que tengo porque hay mucha gente a la que puedo recurrir, pero también puede llegar a ser difícil escuchar tu propia voz”, concluyó. (Europa Press).
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