El Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE), del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM alertó que entre la noche del 10 de octubre, y la mañana de este viernes 11, en el planeta podrían ocurrir alteraciones tecnológicas como daños en telecomunicaciones, sistemas de posicionamiento global (GPS), radiocomunicaciones, sistemas de distribución de energía y de navegación, debido a la tormenta solar que ocurrió la noche del martes 8 de octubre.
Juan Américo González, jefe de la unidad Michoacán del Instituto de Geofísica de la UNAM, explicó en entrevista para Aristegui en Vivo que “el Sol tiene un ciclo de actividad que dura aproximadamente 11 años y hay un momento donde está muy quieto. En 2018 y 2020 estuvimos en el mínimo solar.”
Subrayó que 2024 ha sido un año clave, pues el Sol ha “despertado”, y nos encontramos en una fase de actividad solar caracterizada por un aumento en la frecuencia de las tormentas solares.
Se pronostica que este fenómeno continúe hasta 2026, previo a que el Sol regrese a un estado de menor actividad.
Las tormentas solares, como explicó el doctor González, son el resultado de explosiones en la superficie del Sol.
Conocidas como manchas solares, estas liberan nubes de material solar al espacio. Cuando estas nubes alcanzan la Tierra, interactúan con su campo magnético, generando tormentas geomagnéticas y, en algunos casos, auroras boreales.
Además de generar fenómenos visuales, también pueden provocar alteraciones en los sistemas tecnológicos de la Tierra. Pueden afectar desde sistemas de posicionamiento global hasta telecomunicaciones y energía eléctrica.
La reciente tormenta del 10 de octubre tuvo una fase principal de menos de seis horas. Sin embargo, las afectaciones en los sistemas de comunicación suelen ser momentáneas, durando apenas minutos o pocas horas.
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