En lugar de escribir detalles específicos sobre la presentación, simplemente escriba «presentación». Vea cuántos pensamientos puede registrar en tres minutos, sin importar cuán pequeños o aparentemente sin importancia sean. Cuando haya terminado, cuente la cantidad de pensamientos que tuvo en esos tres minutos y multiplique ese número por veinte para tener una idea de cuántos pensamientos tiende a tener en una hora entera. ¿Te sorprenden los resultados? ¿Qué significado puedes sacar de este ejercicio?
7. Desfusión del pensamiento
Esta técnica está tomada de la Terapia de Aceptación y Compromiso y ha demostrado ser bastante eficaz en el tratamiento del malestar emocional. Cuando tenemos pensamientos angustiantes, tendemos a quedarnos “atascados” en ellos. La defusión del pensamiento puede ayudarte a observar atentamente estos pensamientos angustiosos sin quedarte estancado en ellos. En última instancia, puede brindarle la libertad de seleccionar conscientemente en qué pensamientos desea concentrarse y cuáles le gustaría dejar ir.
La idea de este ejercicio es visualizar sus pensamientos (por ejemplo, como imágenes, palabras o símbolos) flotando inofensivamente lejos de usted. Intente imaginar sus pensamientos como hojas flotando a su lado en un río que se mueve lentamente. Si sigue surgiendo algún pensamiento en particular, déjelo pasar nuevamente: obsérvelo, obsérvelo y déjelo ir.
8. Describe tu emoción
Los ejercicios anteriores se han centrado en tomar conciencia tanto de los pensamientos como de las sensaciones físicas. Este ejercicio, acertadamente llamado «Describe tu emoción», está diseñado para hacer precisamente eso. Bastante simple, ¿verdad? Intente elegir una emoción; puede ser agradable o desagradable, pero no tan abrumadora como para preocuparse por sentirse fuera de control. Lo ideal es elegir una emoción que estés experimentando en este momento. Una vez que tengas una emoción en mente, escríbela en una hoja de papel. Comienza nombrando la emoción y luego continúa con el ejercicio haciendo un dibujo que creas que representa esta emoción para ti.
A continuación, intenta escribir una acción y un sonido relacionados con la emoción. Observe lo que está experimentando a lo largo del ejercicio. Si se siente abrumado en algún momento, haga una pausa momentánea y vuelva a concentrarse suavemente en el ejercicio. Continúe describiendo la intensidad y calidad de la emoción. ¿Qué pensamientos están relacionados con esta emoción? Ser más conscientes de la experiencia completa de una emoción determinada nos ayuda a estar más presentes en nuestras experiencias emocionales.
9. Cambio de enfoque
Este ejercicio trata de aprender a identificar en qué te estás enfocando en tu flujo continuo de conciencia consciente, momento a momento. Esto es algo similar al ejercicio de “cambio de enfoque”, en el que practicas cómo cambiar tu atención entre tus experiencias internas y externas. La diferencia es que este ejercicio se centra en aprender a desviar la atención entre las emociones y los sentidos y a comprender la diferencia entre los dos.
Comience por consultarse a sí mismo para identificar cómo se siente. Si cree que no siente «nada», intente ponerle una etiqueta a esa experiencia emocional… incluso podría ser «aburrido» o «contento». Cierra los ojos y dirige tu atención hacia tu experiencia emocional actual: ¿cómo sería esta emoción si fuera un objeto? Imagina este objeto. Ahora, abre los ojos y redirige tu atención hacia un objeto físico en la habitación. Observa atentamente este objeto. Si su atención comienza a distraerse, simplemente devuélvala suavemente al ejercicio.
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