Desde la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la periodista Nayeli Roldán, coautora del libro e investigación ‘La estafa Maestra’, presentó su nueva obra: ‘La austeridad mata’, una revisión de la política de austeridad impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
A través de cifras detalladas de las cuentas públicas y los presupuestos, -obtenidas vía la Plataforma Nacional de Transparencia, hoy en peligro- Roldán evidenció el fracaso detrás de la idea de que la austeridad sería una medida eficaz de ahorro, revelando que, en muchos casos, los recortes presupuestarios tuvieron consecuencias devastadoras y económicamente más caras en servicios esenciales como la salud.
En entrevista con Aristegui En Vivo, Nayeli Roldán señaló que, al principio de su mandato, el presidente López Obrador promovió la austeridad como una medida para eliminar los excesos en el gobierno, como los viajes de lujo de expresidentes anteriores. Sin embargo, la periodista cuestionó la efectividad de esta política, al observar que “no se trató de ahorro, sino más bien de recortes”, los cuales tuvieron un impacto directo en las dependencias gubernamentales, afectando directamente los derechos de los ciudadanos.
Los efectos de no dar el suficiente dinero para cada una de las dependencias de gobierno, y sobre todo, para ejercer los derechos de los ciudadanos ha costado vidas.
Uno de los aspectos que más investigó en su libro fue el impacto en el sistema de salud preguntándose: ¿Qué significa que un hospital tenga recortes durante todo un sexenio?
Roldán señaló que durante el sexenio de López Obrador, “en algunos casos no había ni siquiera lo indispensable para atender a los pacientes“, mencionando la falta de suministros básicos como gasas y suturas en hospitales.
“El sistema de salud nunca fue suficiente, ni eficaz, ni perfecto en los sexenios previos al de López Obrador, pero en de él, -el del supuesto primer Presidente de izquierda-, lo que ocurrió es que ya no tenían en algunos casos ni siquiera gasas o suturas o las medicinas más elementales para la atención inmediata de los pacientes. No había suficientes recursos para dar mantenimiento a los quirófanos“, detalló.
Esto, explicó, resultó en la cancelación de ‘cientos de miles de procedimientos médicos’, con una disminución de “44,000,000 de consultas” en comparación con el sexenio anterior de Peña Nieto.
Además, la periodista detalló que en 2019, el gobierno de López Obrador “no compró las vacunas para recién nacidos”, lo que provocó una disminución en la cobertura de vacunación y dejó a “8,000,000 de niños desprotegidos”.
La falta de vacunas fue atribuida al intento de obtener mejores precios en las compras, explicó Roldán, pero, según su investigación “no consiguieron los proveedores con mejores precios” y, al final, no lograron proteger a los menores. Este fallido intento de ahorro, añadió, “nos hizo retroceder 40 años en materia de salud pública”.
En cuanto a los medicamentos, Roldán aseguró que las políticas de compra fueron ‘inconsistentes y problemáticas’. Explicó que, a lo largo de los años, el gobierno implementó cinco métodos distintos para adquirir medicamentos (a través de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, INSABI, Mega Farmacia, IMSS Bienestar y por último adjudicaciones directas), lo cual resultó en “compras a sobreprecio” debido a los retrasos y la falta de planificación.
El gobierno de López Obrador gastó un 29% más en la compra de medicinas más que Enrique Peña Nieto.
No obstante, señaló que al mismo tiempo “dejó de surtir 15,000,000 de recetas“, lo que dejó a muchos pacientes, incluidos aquellos con enfermedades crónicas, sin los tratamientos necesarios.
Además, Roldán asegura que también se registraron disminuciones significativas en la atención médica y en la realización de estudios de laboratorio. “Millones de pruebas dejaron de realizarse […] justamente porque en algunas ocasiones los aparatos estaban descompuestos. Les faltaba una pieza y simplemente no se podían ocupar”.
El desabasto de quimioterapias, uno de los casos más dolorosos que Roldán aseguró haber documentado, fue -según explicó- otro de los ejemplos más crudos de cómo la austeridad afectó la vida de los mexicanos.
La periodista detalló cómo madres y padres de niños con cáncer se organizaron en asociaciones civiles para intentar conseguir los medicamentos necesarios para sus hijos, e incluso llegaron a comprar medicinas fuera del país, debido a la escasez en México. Roldán afirmó que, aunque no se puede establecer con certeza que la falta de medicamentos haya sido la causa directa de muertes, “lo que sí se pudo comprobar es que en el momento en que la necesitaban no la tenían”.
Su investigación también reveló las fallas en la distribución de medicinas, donde la administración de López Obrador no logró organizar un sistema eficiente y acabó comprando a proveedores pequeños a precios más altos. Según Roldán, “el precio de las medicinas aumentó porque se compraban de manera directa y urgente, sin aprovechar los descuentos por compras masivas”. Esto, añadió, resultó en un gasto mayor pero con menos medicinas disponibles para la población.
En el título de su libro, “La austeridad mata”, Roldán capturó -en su opinión- el doloroso impacto de la ‘austeridad republicana’ que implementó Andrés Manuel López Obrador, en las vidas de los ciudadanos.
Este título es fuerte, pero eso fue lo que pasó.
Aunque el López Obrador reiteró en numerosas ocasiones que su prioridad eran “primero los pobres”, Roldán afirmó que quienes viven en condiciones de mayor carencia recibieron servicios públicos más deficientes. Señaló que mientras quienes cuentan con un seguro de gastos médicos no percibieron cambios significativos, aquellos que dependen exclusivamente de los servicios públicos sufrieron la ausencia de insumos básicos, como suturas en los hospitales.
En el epílogo de su libro, la periodista Nayeli Roldán cuestiona directamente: ¿A dónde se fue el dinero?.
Su análisis concluye que los recursos se destinaron a las prioridades del presidente López Obrador, como las obras emblemáticas de su administración: el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la refinería Dos Bocas y el Corredor Interoceánico – Istmo de Tehuantepec.
Según Roldán, estas construcciones ‘faraónicas’ no solo carecen de una garantía de rentabilidad, sino que fueron privilegiadas por encima de los derechos básicos de los ciudadanos, como el acceso a la salud, la educación, la seguridad y el cuidado. Este enfoque, asegura la autora, refleja una política que ha relegado los derechos fundamentales de la población en favor de proyectos que representan más una declaración política que un beneficio tangible.
Estamos hablando de privilegiar las inauguraciones de las grandes obras por encima de tener o proveer los derechos como el derecho a la salud, o el derecho a la educación, o el derecho a la seguridad, o al cuidado, para los ciudadanos en este país.
Roldán enfatizó que las historias documentadas en su libro son trágicas y reales. Relata cómo 36 personas fallecieron esperando tratamientos médicos, a pesar de haber ganado amparos legales.
También escribió sobre los casos de niños con cáncer cuyas madres se convirtieron en activistas para ayudar a otros ante la falta de medicamentos.
Cada peso que no llega a un hospital tiene un impacto en una vida.
La autora finalizó la entrevista en Aristegui En Vivo asegurando que esta crisis ‘no parece tener fin’.
Según su análisis del proyecto de presupuesto para 2025, se prevén nuevos recortes en el sector salud, lo que agravará aún más una situación ya crítica.
“Si ya estábamos en los huesos, ahora habrá más recortes”, afirmó Roldán, alertando que las consecuencias las enfrentarán principalmente las personas más pobres, aquellas que dependen del sistema de salud pública.
Para Nayeli Roldán la política de austeridad ha dejado a México en ruinas, afectando gravemente los derechos básicos de los ciudadanos.
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