Lograr un equilibrio saludable entre la terapia y las responsabilidades laborales y personales puede ser un desafío, pero es posible. Con la mentalidad y las estrategias adecuadas, las personas pueden afrontar con éxito la terapia mientras hacen malabarismos con otros compromisos. Para lograr este equilibrio, es esencial tener en cuenta algunos factores clave.
1. Gestionar las expectativas
Es crucial gestionar las expectativas. Al iniciar la terapia, las personas pueden tener una noción preconcebida de lo que implicará el proceso, pero es esencial reconocer que la terapia es un viaje personalizado que requiere flexibilidad y adaptabilidad. Esté abierto a ajustar su enfoque según sea necesario y no tema hacer preguntas o pedir aclaraciones.
2. Adopte una mentalidad estudiantil
Abordar la terapia requiere la voluntad de adoptar una mentalidad de estudiante. Como adultos, a menudo tenemos una gran experiencia y conocimientos, pero también podemos estar luchando con desafíos que requieren orientación. Reconoce que puedes ser estudiante y experto al mismo tiempo y estar dispuesto a aprender y crecer.
3. Observe su horario y patrones de trabajo
Considere su horario y patrones de trabajo al programar sesiones de terapia. Si sabes que tiendes a tener mañanas más tranquilas o tardes más ocupadas, planifica tus sesiones en consecuencia. Por ejemplo, puedes programar una sesión por la mañana seguida de un ritual de descompresión para ayudarte a regresar al trabajo, o programar una sesión por la tarde después de una mañana ocupada.
4. Deja ir la perfección
Practica dejar de lado la necesidad de perfección. Iniciar terapia es una experiencia nueva que requiere ajustes y flexibilidad. Reconozca cuándo sus tendencias perfeccionistas se están imponiendo y trabaje con ellas como asesor en lugar de dejar que dicten su enfoque. Al adoptar esta mentalidad, podrá afrontar mejor los desafíos de la terapia mientras mantiene un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.
En resumen, los puntos principales de este artículo:
- Sea consciente de sus expectativas y reconozca que la terapia es un viaje personalizado.
- Acérquese a la terapia con una mentalidad de estudiante, reconociendo que puede ser estudiante y experto al mismo tiempo.
- Considere su horario y patrones de trabajo al programar sesiones de terapia.
- Deja de lado la necesidad de perfección y reconoce cuándo tus tendencias perfeccionistas se están apoderando de ti.
El artículo anterior fue escrito únicamente por el autor mencionado anteriormente. GoodTherapy.org no comparte necesariamente los puntos de vista y opiniones expresados. Las preguntas o inquietudes sobre el artículo anterior pueden dirigirse al autor o publicarse como comentario a continuación.
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