¿Quién es Elena Gouliakova? La exitosa patinadora rusa que ahora vive como indigente en Monterrey

Elena Gouliakova es una mujer que, a pesar de las dificultades, conserva una esencia que la hace única y memorable. Su cabello dorado, que alguna vez brilló sobre el hielo, y sus ojos azules, que reflejan la profundidad de su historia, la convierten en una figura inconfundible. A continuación, te detallaremos sobre la exitosa patinadora rusa que ahora vive como indigente en Monterrey.

A lo largo de su carrera, Elena fue admirada no solo por su destreza en el patinaje artístico, sino también por su presencia imponente. En sus años de gloria, su figura sobre el hielo era sinónimo de gracia, fuerza y dedicación. Aunque ahora se encuentra alejada de su mundo, el impacto que dejó como entrenadora en los prestigiosos clubes de San Pedro Garza García sigue presente. 

Su legado en el patinaje artístico en México es indeleble, pero la mujer que alguna vez fue una estrella del Holiday On Ice es ahora una mujer marcada por las adversidades.

A pesar de su retiro y los giros inesperados en su vida, como la depresión y el diagnóstico de esquizofrenia paranoide que la alejaron de su pasión, sigue siendo una persona de gran humanidad y resiliencia. Aunque evita el contacto con su antiguo mundo, su fluidez en español e inglés, así como su disposición a responder en ruso con una sonrisa y un cálido «Privet», muestran que, en el fondo, la Elena de antes aún permanece.

Hoy, Gouliakova, camina por las calles de Monterrey, una mujer con una presencia tan imponente como humana, que sobrevive gracias a la generosidad de quienes la recuerdan y la ayudan. En su rostro, se reflejan tanto las huellas de la vida que ha vivido como la fortaleza con la que ha enfrentado cada desafío. 

Elena Gouliakova en México

La patinadora rusa llegó a México entre 2001 y 2003 con su esposo, Nikolay Suetov, con el objetivo de comenzar una nueva vida. Ambos, patinadores profesionales, encontraron trabajo en el Deportivo San Agustín de Monterrey y lograron reconocimiento en el mundo del patinaje, participando en la Asociación de Deportes Invernales y la Federación Mexicana de Patinaje. 

Sin embargo, a partir de 2005, comenzó a enfrentar problemas de salud mental, lo que aparentemente llevó a su esposo a abandonarla. En 2013, fue vista durmiendo en un cajero automático, con un comportamiento extraño debido a su condición mental. Desde entonces, ha vivido en la calle, a pesar de algunos intentos de ayudarla. 

En 2016, fue internada en el Penal de Topo Chico por su estado mental, pero tras recuperar su libertad, volvió a vagar por las calles. Recientemente, se ha reportado que ha sido vista en Jalisco. A pesar de que varias personas se han acercado a ella a lo largo de los años, su historia sigue siendo poco conocida.