Como una incomprendida expresión de denuncia, la obra La lucha contra la guerra y el fascismo, elaborada por Philip Guston (1913-1980), junto con Reuben Kadish (1913-1992), padeció tres décadas de ocultamiento al poco tiempo de su creación y, después, los embates del tiempo.
Por fin, ahora el Instituto Nacional de Antropología e Historia en Michoacán, y la Fundación Philip Guston recuperan el que representa el único mural del artista canadiense en México.
Se prevé que la intervención de la obra, la cual fue ejecutada por ambos exponentes de la Escuela de Nueva York en una de las paredes del edificio sede del Museo Regional Michoacano (MRM), “Dr. Nicolás León Calderón”, concluya a finales del presente mes; no obstante, los resultados serán presentados de manera oficial a inicios de 2025, cuando la obra cumpla sus 90 años de creación, para inaugurar así un recorrido de visita permanente por los murales con los que cuenta el recinto.
Para el director del MRM, Jaime Reyes Monroy, se trata de una oportunidad única para “sacar a la luz” no solo un mural que, desafortunadamente, suele pasar desapercibido por su ubicación, en el segundo patio del museo, sino la vida y obra de Philip Guston, un artista del expresionismo abstracto, mediante un ciclo de conferencias, a inicios del año entrante.
El historiador refiere que David Alfaro Siqueiros recomendó a Guston y Kadish, ambos de origen judío, para la realización del mural, y su patrocinio corrió a cargo del entonces rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Gustavo Corona Figueroa. “Es probable que Guston haya creado y solucionado plásticamente la obra, pues Kadish era fundamentalmente escultor, por lo que se piensa participó como ayudante”.
Entre agosto de 1934 y enero de 1935, sobre 100 metros cuadrados de muro, dieron vida a una elocuente y desgarradora escena, en un contexto mundial que afrontaba el ascenso del comunismo, el fascismo y el nazismo en Europa, mientras en Estados Unidos algunos grupos promovían el racismo radical.
“Conocido también como La lucha contra la guerra y el terror, fue criticado porque, de alguna manera, al igual que Hombre y máquina (1934), que Grace Greenwood pintó en este mismo edificio, rompió con las escenas costumbristas retratadas en el muralismo de Michoacán. La gente de aquí le empezó a nombrarle ‘La Inquisición’ porque, erróneamente, asociaron sus imágenes a esta institución virreinal”, anota Reyes Monroy.
¿Quién fue Philip Guston?
Philip Guston, nacido en Quebec, Canadá, en el seno de una familia de inmigrantes ucranianos, logró una composición potente, dividida en dos niveles verticales. Dos figuras unen el nivel de arriba con el de abajo: se trata de verdugos vestidos de blanco y encapuchados, a la usanza del Ku Klux Klan; el resto, lo ocupan cuerpos desnudos en escorzo con las manos atadas a la espalda, castigados y vejados por el peso de la superstición y la represión.
La protesta y la crítica generadas entre el sector conservador moreliano provocó que la obra fuera cubierta en 1940. El recinto museístico recibió en “compensación” la obra virreinal El traslado de las monjas dominicas a su nuevo convento de Valladolid. El mural volvería a ver la luz hasta 1975, pero dado que Guston ejecutó la técnica al fresco con premura y no necesariamente con los mejores materiales, ello incidió en el deterioro de la capa pictórica.